Cassandra apareció por primera vez en Soul Calibur II, y en un principio parecía que iba a sustituir a su hermana (que no apareció en la versión arcade pero sí en la doméstica). Al contrario que su hermana que presenta una personalidad bastante seria, Cassandra tiene un carácter más enérgico e impetuoso, llegando incluso a la temeridad, algo que también se plasma en sus movimientos. Su forma de luchar resulta muy similar a la de su hermana, resultando un personajes muy sólido, aunque posee algunas diferencias: sus movimientos no resultan tan previsibles y son mucho más directos, aunque también implican un mayor riesgo y tienen un alcance ligeramente menor. De todas formas, resulta tan efectiva y fácil de usar como su hermana, con el aliciente de un mayor grado de diversión en su control. |
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| Valoración personaje usuarios: | |
| País de nacimiento: |  Atenas, Imperio Otomano |
| Estatura y Peso: | 1,64m - ??Kg (secreto) |
| Estilo de Lucha: | Estilo Ateniense |
| Arma: | Espada ateniense y escudo |
| Fecha de nacimiento: | 20 de Julio de 1570 |
| Familia: | Padre: Achelous, Madre: Nike, Hermana: Sophitia, Hermano: Lucius, Cuñado: Rothion, Sobrino: Patroklos, Sobrina: Pyrrha |
| Aliados: | Sophitia |
| Seleccionable: | Soul Calibur 2, Soul Calibur 2 HD, Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur: Lost Swords, Soul Calibur VI (DLC) |
Siete años antes, Cassandra vio como una misteriosa mujer asiática traía a Sophitia a casa y le sacaba fragmentos de la espada maldita del cuerpo mientras le curaba las heridas.
Por eso, cuando Sophitia desapareció otra vez varios años después, Cassandra estaba segura de que su hermana fue en busca de Soul Edge una vez más.
Un día, después de hacer unos recados para la familia, Cassandra fue a casa de su hermana. Allí vio un fragmento de metal.
Sin duda formaba parte de Soul Edge.
Alarmada por la reacción de Sophitia, Cassandra fue al Templo de Hephaestus "¿Por qué le haces esto a mi hermana? ¿Cómo puedes proclamarte dios todopoderoso? ¡Contesta!”, gritó Cassandra.Su voz reverberó en el solitario templo,
Cassandra cayó al suelo agotada por los gritos y vio el fragmento de metal resonando con la espada sagrada bendecida por Hephaestus.
Entonces se dio cuenta de que Soul Edge seguía viva. Pero no podía permitir que su hermana llevara esa carga otra vez.
Cuando la luz del amanecer iluminaba ya el día, la espada sagrada había desaparecido del templo.
Cassandra se marchó de casa resuelta a destruir Soul Edge en nombre de su hermana. En las montañas del este halló una ciudad cuyos residentes habían enloquecido por la influencia de la energía maligna.
¿Qué sucede?". El fragmento que poseía reaccionó con intensidad en ese lugar. De algún modo, Soul Edge estaba involucrada en el extraño fenómeno. Cassandra decidió salvar la ciudad.
“Si mi hermana pudo hacerlo, ¡¿por qué no voy a poder yo?!", se dijo. Pero entonces ocurrió algo inesperado: la espada y el escudo que se había llevado del templo de Hefestos se resquebrajaron.
Recelosa, Cassandra hizo lo único que podía hacer: huir de la ciudad. Se sentía totalmente indefensa.
Quizá hubiese dado un uso intenso a la espada y al escudo, pero no podía creer que las armas, forjadas con metal sagrado, sufrieran daños.
Mientras contemplaba los restos de la espada y el escudo, la imagen de su hermana y de sus jóvenes sobrinos afloró en su mente. Su hermana, que llevaba a los niños de la mano, sonreía dichosa... “No... No puedo rendirme". La mirada de Cassandra brilló de nuevo con resolución. Regresó a Grecia para hablar con su cuñado Rothion, herrero de oficio. Poco esperaba las noticias que iba a encontrar a su regreso.
Durante la ausencia de Cassandra, Sophitia había vuelto a emprender viaje para destruir Soul Edge.
“¡Maldita sea, Hefestos! ¡Todo esto es por tu culpa!" Cassandra se maldijo en silencio, aunque la noticia de que su hermana había recuperado su voluntad de hierro no era realmente mala.
Tenía que ayudar a su hermana, apoyarla y estar a su lado.
Después de que Rothion forjase para ella otra espada y otro escudo, Cassandra se puso en marcha con un propósito en su interior y la suave luz del alba brillando a su espalda.
Cassandra se encaminó una vez más hacia la ciudad que había visitado antes, en Europa Occidental, esperando encontrar más pistas que le condujeran hacia Soul Edge. Pero mientras se apresuraba en la noche, un hombre se presentó ante ella. Tenía los ojos inyectados en sangre. Se acordó de la historia que había escuchado sobre un espadachín que había conducido a la población enloquecida.
“Tienes un pedazo de Soul Edge, ¿no es cierto? Puedo sentirlo”, dijo el hombre, y en un instante se abalanzó sobre ella. Tras un duro combate, pudo por fin golpear a su asaltante, pero este sonrío a Cassandra y se desvaneció. “De modo que puedes combatir el mal, mujer, pero no tan duramente como la Piedra Sagrada. Interesante. Por ahora te dejaré vivir”.
¿Vas a salir corriendo? ¡Cobarde!
Sonrió el eco de una risa a su alrededor. “Ya tengo lo que vine a buscar”. Cassandra asustada, buscó en su túnica, pero el fragmento de la espada maldita había desaparecido.
Desconcertada momentáneamente, Cassandra apartó esos sentimientos inútiles y se dirigió a la ciudad, donde descubrió que algunos de los lugareños aún conservaban la cordura. De hecho, habían sido curados por un cristal azul brillante. ¿Podría ser la Piedra Sagrada que el espadachín había mencionado? Partió para averiguar más, y luego un rumor atrajo su atención. Un hombre que llevaba una masa de cristal tan alta como él mismo se encaminaba hacia Ostrheinsburg. Si el cristal que llevaba tenía el poder de barrer el mal, solo podía significar que una presencia maligna acechaba allí en el castillo en ruinas. ¿Era Soul Edge? Cassandra decidió seguir al hombre hasta Ostrheinsburg para averiguarlo.
