Ivy es la hija ilegítima de Cervantes que tiene como fin destruir Soul Edge, siendo uno de los personajes más emblemáticos y reconocibles de Soul Calibur, llegando a ser todo un clásico incluso cuando no estuvo presente en Soul Blade. Desde su primera aparición en Soul Calibur, Ivy destacó por su particular y provocativa vestimenta morada y cabello pseudo canoso-morado, acompañado de un espada látigo que a la largo se convirtió en un símbolo sexual de la saga. Conforme se fueron lanzando los títulos, el busto de Ivy fue en aumento (algo que se puede ver en los artworks y en el modelado del juego) y su vestimenta era cada vez más provocativa y sensual, evocando el rol de "dominatrix" por su espada-látigo. Un diseño excesivamente sexista (¡para que luego únicamente se critique a DOA!), pero que al fin de cuentas es la que la ha convertido en un personaje muy popular; el Project Soul no se ha cortado ni un pelo a la hora de utilizar el sexo como reclamo. Ciertos aspectos de su diseño recuerdan inevitablemente a Sofia de Battle Arena Toshinden (rival directo de Soul Blade por los noventa), que utilizaba un látigo y también vestía de forma provocativa. Por suerte, Ivy cuenta también con un carácter fuerte y melancólico (aunque a veces también provocativo y frío) que le dan consistencia e impide que se quede en la cliché de "mujer florero", a pesar de su diseño sexista. En cuanto su forma de luchar, Ivy presenta una particular característica: su arma se puede convertir en una espada o látigo en determinados ataques, que le dan cierto valor estratégico y de profundidad por la alteración del alcance y trayectoria (generalmente horizontal para el látigo y vertical con la espada) del ataque. No es un personaje excesivamente rápido, pero sus ataques pueden llegar a presionar al rival, además de tener una fuerza considerable. Es consideraba por la comunidad de Soul Calibur como un personaje bastante sólido y competitivo, que le da cierta relevancia en las Tier List. |
|
---|---|
Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | Londres, Imperio Británico |
Estatura y Peso: | 1,79m - 58Kg |
Estilo de Lucha: | Autodidacta |
Arma: | Espada-látigo |
Fecha de nacimiento: | 10 de Diciembre de 1559 |
Familia: | Padres adoptivos: Conde Earl y Condesa de Valentine fallecidos, Padre biológico: Cervantes de León, Abuelo: Felipe de León, fallecido |
Enemigos / Rivales: | Cervantes, Voldo, Nightmare, Zasalamel |
Seleccionable: | Soul Blade, Soul Calibur, Soul Calibur 2, Soul Calibur 2 HD, Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur 5, Soul Calibur: Lost Swords |
Ivy se crió bajo el amor de una familia noble inglesa, los Valentine. Sin embargo, su padre el Conde de Valentine murió loco, estado al que le llevó su obsesión por la alquimia.
La Casa de los Valentine quedó en ruinas por la locura del Conde. Poco después de la caída de su familia, la madre de Ivy, en su lecho de muerte, le dijo que era una hija adoptada. Ivy, sin embargo, no tenía interés alguno en conocer a sus "Verdaderos padres".
Ivy, finalmente, descubrió que su padre había estado buscando la espada mística, "Soul Edge", y comenzó a seguir sus pasos para continuar su búsqueda.
Cuando Ivy conoció más cosas sobre el Soul Edge, se percató de su verdadera naturaleza y juró destruir la espada demoniaca.
Consiguió crear un arma para este propósito utilizando magia ancestral.
Hasta este día, todavía no está interesada en su verdadero linaje...
El padre de Ivy, el conde Valentine, se volvió loco en su búsqueda de Soul Edge. Cuando murió, los Valentine, una de las familias más distinguidas de Londres, estaban en la ruina. La condesa enfermó y murió poco después, confesando a Ivy que ellos no eran sus verdaderos padres.
Fiel a los deseos de su padre adoptivo, Ivy siguió con la búsqueda de Soul Edge y estudió alquimia. En su investigación, descubrió la verdadera naturaleza del arma. Era una espada maldita que se alimentaba de almas. Juró destruir Soul Edge para vengar la muerte de su padre. Hizo un conjuro con rituales secretos para convocar a un misterioso sujeto que daba vida a la espada mecánica que ella llamaba "Ivy´s Blade".
Cuando emprendió su viaje en busca de la espada maldita, Ivy se encontró con Nightmare, quien alimentaba la espada. Ivy quiso acompañarle en su ritual para convocar las almas, sin saber que todo formaba parte de un plan de la maléfica arma.
Ivy averiguó la verdad el día que Nightmare cayó derrotado y Soul Edge fue destruida.
Se dio cuenta de que Nightmare era el dueño de la espada y que sus poderes malignos controlaban a su verdadero padre.
Conmocionada por la terrible verdad, Ivy volvió a casa y se encerró en un oscuro laboratorio.
Tras meses de investigación, Ivy tomó una decisión. Ahora su objetivo era borrar de la faz de la tierra la espada. Llamó a su espada "Valentine", ya que a partir de ahora compartiría su destino.
La espada de Ivy empezó a cambiar en su viaje para erradicar del mundo cualquier rastro de Soul Edge.
Decidió volver a la mansión Valentine para investigar la causa. Tras regresar a la mansión, encontró entre los libros que usaba para su investigación un volumen que contenía descripciones detalladas acerca del origen y la naturaleza de la espada maligna. Al descifrar el antiguo texto, descubrió un relato acerca de la espada espiritual, Soul Calibur, una espada que refrenaba el poder de la espada maligna y prestaba el suyo para luchar contra ella.
Mientras leía el texto, un hombre que empuñaba una enorme guadaña apareció ante ella.
“¿Quién eres tú?” , le preguntó.
“¿Has leído el libro?”, repuso él con calma.
El silencio proporciono a ambos la respuesta a sus preguntas. Ivy sacó su espada y el hombre de la túnica blanca empuñó la gigantesca guadaña.
En el cruel combate, Ivy se vio obligada a intensificar su esfuerzo mental para que su espada obedeciese su voluntad. Un momento de vacilación basto para abrir una brecha en su defensa: Ivy recibió un pesado impacto que la hizo trastabillar. El hombre de la guadaña recogió con lentitud el libro sobre espadas.
“Esto es un error de mi pasado. El mundo ya no lo necesita...". Al tiempo que hablaba, una llamarada carmesí envolvió el libro que estaba en sus manos. El hombre dejó caer el libro al suelo y se dio la vuelta para marcharse.
“Si quieres saberlo todo acerca de la espada maligna y la espada espiritual, sigue al caballero que tú ya conoces...“
Ivy tomo una decisión: averiguar la verdad. ¡Si realmente existía Soul Calibur, iba a dar con ella!
Ivy siguió buscando una manera de destruir a la espada maldita, y llegó a un gran imperio en oriente donde descubrió la espada de espíritu. Pero eso implicaba un problema nuevo. La sangre de la espada maldita que corría por las venas de Ivy no le permitiría jamás portar la espada espíritu. Aunque pudiese encontrarla, nunca podría usarla para destruir a la espada maldita.
Ivy interrumpió su viaje y regresó a la mansión de su familia, donde de nuevo profundizó en sus investigaciones químicas. Pero cuando estaba cerca del éxito, tuvo que parar los experimentos por un ataque repentino. Cervantes, su propio padre, inhumano y embrujado, había venido a llevarse el alma de su propia hija, sangre de su sangre.
Ivy perdió ese combate brutal, y aquél hombre, que era además su padre estuvo a punto de devorar su alma, pero ella, tenía una última posibilidad. Había estado investigando la manera de fabricar un ser que pudiese blandir la espada de espíritu. Usó el alma artificial que le hubiera dado vida para salvar la suya propia, pero la investigación estaba incompleta. La muerte vendría a buscarla tarde o temprano.
Ivy tomó la espada de serpiente que constituía su otra mitad. Había perdido gran parte del alma que le conectaba al arma, pero aun así respondía. Si, podría luchar con ella. Y ese alma renovada, permanecía pura, aquélla que había creado ella misma. Quizá pudiese ahora blandir la espada de espíritu.
Ivy cumpliría su juramento y destruiría a Soul Edge. Con resolución, inició su viaje.
Ivy se había apresurado a Ostrheinsburg para destruir Soul Edge, pero al llegar se encontró a su padre, Cervantes. Ivy se enfrentó a él y se impuso en una batalla sin piedad, eliminándolo en un duelo decisivo. Su espada “Valentine” reclamó no solo su propia alma en pena, sino todas las que su padre había absorbido. Pero antes de que pudiera acabar con Soul Edge, el cielo se desgarró. La espada maligna, en su forma física hecha pedazos, desapareció en la grieta abierta en el cielo. Algunos lo consideraron una victoria, pero Ivy dudaba de aquello.
Después de haber pasado toda una vida estudiando el ciclo de la espada maldita de destrucción y renacimiento, Ivy estaba convencida de que Soul Edge estaba simplemente esperando el momento oportuno, en otra dimensión, el día en el que pudiera nacer de nuevo en nuestro mundo. La espada en sí puede estar más allá de su alcance, razonó, pero ¿qué pasaba sí pudiese acceder a su refugio? ¿Y si pudiese destruir el mundo más allá de la su propia dimensión?
Durante más de una década Ivy investigó el hogar de la espada, un lugar que ella vino a llamar "Caos Astral". Su cuerpo, con la sangre de la espada maldita que fluye en sus venas, parecía haberse olvidado de edad. Fue Soul Edge quien había arrojado este destino sobre ella e Ivy no descansaría hasta que la espada maldita fuera purificada de toda existencia.