Kilik es el protagonista de la serie Soul Calibur, bajo el papel de héroe de corazón noble. En un principio buena partde de sus ataques estaban basados en movimientos de Seung Mina, pero con el paso de los años se le han añadido otros completamente nuevos. Kilik puede resultar un personaje algo "barato", ya que sus golpes gozan de un alcance y fuerza a tener en cuenta a lo que se suman movimientos muy buenos (especialmente bajos, que escasean en Soul Calibur y Kilik se ve beneficiado por ello). Por su excelente alcance es un personaje pensado para luchar a media y larga distancia, donde también se puede aprovechar los movimientos con guardia de impacto para sorprender al rival. En definitiva, kilik es un personaje bastante fácil de usar y muy eficaz, recomendable pata jugadores de todos los niveles. En Soul Calibur V, pasó a ser un personaje tipo "Mokujin" imitando estilos de lucha de personajes masculinos, que cambia cuando finaliza cada round. Por ello, en la quinta entrega está encaminado a los jugadores que dominan a buena parte de los personajes de Soul Calibur. |
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Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | Desconocido, criado en China |
Estatura y Peso: | 1,73m - 74Kg (SC V) |
Estilo de Lucha: | Artes secretas de "Ling-Sheng Su" (SC-SC IV), Recuerdos de la dimensión alterantiva (SC V) |
Arma: | Bastón |
Fecha de nacimiento: | 9 de Febrero de 1568 |
Familia: | Hijo: Xiba |
Aliados: | Maxi, Maestro: Edge Master, Amante: Xianghua |
Enemigos / Rivales: | Zasalamel, Nightmare |
Seleccionable: | Soul Calibur, Soul Calibur 2, Soul Calibur 2 HD, Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur 5, Soul Calibur VI |
Kilik, creció en el templo Ling Sheng Su, en el interior de China. Fue elegido para heredar un arma llamada "Kali-Yuga", después de mucho entrenamiento. Esta barra era uno de los tres tesoros sagrados.
Sin embargo, la Semilla del Mal cayó sobre el templo e hizo perder la cordura su gente a lo que siguió un baño de sangre.
Kilik consiguió conservar su cordura bajo la protección de “Dvapara-Yuga” pero tuvo que defenderse de los que estaban bajo la influencia del hechizo de la Semilla del Mal. Al defenderse, tuvo que matar a su hermana de sangre y a otros a los que amaba.
Cuando Kilik recuperó la consciencia, el viejo hombre que le salvó le contó la verdad. Kilik y el "Kali-Yuga" todavía estaban bajo los efectos demoniacos de la Semilla del Mal.
Lo único que salvó a Kilik de la locura fue el Dvapara - Yuga alrededor de su hombro. ¡Y el causante de todo este mal, era la demoníaca espada,"Soul Edge”!
Kilik fue entrenado por su viejo maestro y después de aprender cómo controlar su parte malvada y el "Kali-Yuga” , se embarcó en la misión de purificar su alma y la de su arma.
Kilik iba a ser el heredero de uno de los tres tesoros sagrados del templo Ling-Sheng Su, el llamado Kali-Yuga.
Desgraciadamente, la noche antes de la ceremonia de sucesión, una misteriosa luz iluminó el templo y todo aquel que la vio se convirtió en un loco asesino. Kilik no fue una excepción y mató a muchos miembros del templo debido a su gran fuerza.
Al final de la masacre, el Dvapara-Yuga, el segundo de los tres tesoros sagrados del templo Ling-Sheng Su, estaba en posesión de Kilik. El Dvapara-Yuga era de Xianglian, una mujer que fue como una hermana para Kilik.
Cuando Kilik despertó, estaba en la casa de un anciano. Éste le explicó que la raíz de todo aquel mal estaba en una espada llamada Soul Edge. Kilik aprendió el arte secreto de la vara estilo Ling-Sheng Su y emprendió un viaje para destruir la espada maldita.
Con la ayuda de Xianghua, una mujer que conoció durante el viaje, Kilik consiguió vencer al dueño de la espada Soul Edge, Nightmare. Kilik volvió con su maestro para perfeccionar la técnica de neutralizar y purificar la energía demoniaca.
Pero un día sintió resurgir el aura maligna de Soul Edge. iSoul Edge aún existía! Kilik marchó de nuevo para destruir la espada definitivamente pues quería redimirse de sus pecados.
En su viaje para purificar la espada maligna, Kilik se encontró con Xianghua y decidieron continuar el camino juntos de nuevo.
Un día llegaron a una ciudad que estaba envuelta en una energía maligna distinta de la de Soul Edge. Kilik desconocía su origen, pero trabajo junto con Xianghua para purificar a los enloquecidos ciudadanos utilizando el poder del fragmento de Dvapara-Yuga.
Sin embargo, un hombre con una inmensa guadaña se presentó ante ellos y los conmino a abandonar el lugar. Kilik no retrocedió, pero fue derrotado en el combate.
“Veo que posees la habilidad de purificar el mal, pero no subestimes el poder de la espada maligna...". Esas palabras fueron lo último que Kilik recordaba haber oído antes de quedar inconsciente.
Al despertar, Kilik se hallaba en el lugar de retiro de su maestro, Edge Master. Había pasado un mes en coma, desde el día en que Xianghua lo había llevado allí.
Además, había perdido el fragmento de Dvapara-Yuga.
Kilik se dio cuenta de que su pericia dejaba mucho que desear y de que debía fortalecer, no solo sus habilidades para la purificación sino, así mismo.
El maestro, consciente de los sentimientos que atormentaban a Kilik, le exigió rigurosos entrenamientos. Kilik se enfrentó a su maestro, que infundió en sí mismo de forma deliberada el poder de la espada maligna. Fue el peor desafío al que se había enfrentado Kilik. Se entrenó para enfrentarse exclusivamente a la energía maligna que habitaba en el cuerpo de su maestro.
Tras tres meses, Kilik logro finalmente asestar un ataque de purificación a su maestro. Edgemaster, al ver completado el entrenamiento, entregó a Kilik una carta de Xianghua y un nuevo fragmento de Dvapara-Yuga.
“Me entrenare duramente, aumentare mi fuerza y recuperaré mi valor... Estoy segura de que nos volveremos a encontrar. La próxima vez conseguiremos acabar con todo esto. Confío en nosotros.”
Con estas palabras en su corazón, Kilik volvió a partir hacia las tierras occidentales.
Con su cuerpo profanado por la Semilla del Mal sembrada por Soul Edge, Kilik se dedicó en cuerpo y alma a luchar contra la espada maldita. Entrenó duro, dominó el arte de purgar el mal, y juró purificar a Soul Edge de una vez para siempre. Solo entonces podría compensar las vidas que se había llevado mientras el mal esclavizaba su alma. Si había llegado a una conclusión durante su entrenamiento, era esta: Soul Calibur estaba siendo muy similar a Soul Edge. La clave residía en equilibrar el poder torrencial de ambas espadas. Encontrar una manera de que sus fuerzas se anulasen una a otra.
Kilik había viajado con Xianghua desde que se reunió con ella durante la búsqueda. Sabia los sentimientos que le inspiraba a Xianghua, pero él no podría sentir lo mismo. Había algo en Xianghua que le recordaba a Xianglian, la mujer que amó una vez como a una hermana mayor. Cada sonrisa suya le traía recuerdos del pasado, de cuando había asesinado a Xianglian con sus propias manos.
Esto afianzó a Kilik en su postura. Como Conciliador se enfrentaba a un camino brutal. Debía encontrar y mantener el equilibrio justo para evitar que los platos de la balanza se inclinasen para siempre a un lado o al otro.
(No puedo involucrar a Xianghua en el destino que me he marcado).
Ambos se acercaron aún más a Ostrheinsburg, el campo de batalla final. Pero Kilik estaba decidido a avanzar solo cuando llegara el momento.
La luz de la luna se filtró a través de una hoja de la ventana. Con una sonrisa adornando sus labios, Kilik acarició la mejilla de una durmiente Xianghua una vez más y colocó a su lado el querido pendiente, la piedra que era un recuerdo de su hermana mayor.
Rindiéndose a su destino, había decidido intervenir en la batalla del origen del mal, Soul Edge, y la espada espiritual, Soul Calibur, para encontrar una manera de detenerlos. Es un camino duro, aquel en el que tiene que abandonarlo todo. Lo lamentó por la joven que lo amaba entrañablemente, Xianghua. Había aceptado a Kilik y a su terrible destino al completo, abrazándolo, con ganas de estar juntos sin importar lo que ocurriera...
"Es porque me has aceptado, por lo puedo vivir con mi destino."
Antes del amanecer, ya no había ningún rastro de Kilik. Para expiar sus crímenes, iba a proteger al mundo de su amada. Estos fueron todos los eventos al final del siglo XVI.
Durante todo ese tiempo que se dedicó a tratar de cerrar las puertas astrales, Kilik tocó el recuerdo de las almas que vagan por el Caos Astral, lo que le permitió conocer tanto sus estilos y quienes los derrotaron. Las armas pudieron aparentemente volver a materializarse con la ayuda del "poder del caos".