Li Long fue el único personaje de la plantilla principal de Soul Blade que no regresaría de nuevo a la saga, siendo sustituido por Maxi en Soul Calibur. Con una personalidad arrogante y una excesiva confianza, Li Long hacía uso de un estilo de lucha bastante rápido y espectacular, caracterizado por una buena tasa de ataque (y con ciertas limitaciones en alcance), que sin embargo no fueron suficiente para manternerlo en la saga. Al final del primer Soul Blade se enfrenta a Cervantes, sufriendo una derrota aplastante y quedando moribundo. La aparición de Sophitia que captó la atención del pirata impidió su muerte. Parece ser que la paliza fue brutal, ya que tras esto desapareció de la saga sin muchas explicaciones... volviendo de forma temporal con motivo del décimo aniversario en Soul Calibur III, aunque en esta ocasión como personaje extra (y haciendo uso de dos nunchakus), por lo que no se puede considerar un personaje competitivo o en igualdad de condiciones. Ahora la pregunta que muchos nos hacemos: ¿Volverá algún día? Puede que sí, ya que cada vez son más fans lo que piden su regreso, aunque como en todo el Project Soul tendrá la última palabra. |
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| Valoración personaje usuarios: | |
| País de nacimiento: |  Pekín, Dinatía Ming |
| Estatura y Peso: | 1,68m - 56Kg |
| Estilo de Lucha: | "Dragón sin igual" |
| Arma: | Nunchaku / San Chi Kun (bastón de tres secciones) |
| Fecha de nacimiento: | 23 de Octubre de 1560 |
| Familia: | Padres: Fallecidos, Hermana: Meimei, Esposa: Chie, Hijo: Riki |
| Enemigos / Rivales: | Mitsurugi |
| Seleccionable: | Soul Blade, Soul Calibur 3 |
Después de la muerte del Gran Eirakutei, la Dinastía Ming se encontraba en una posición de debilidad que fue aprovechada por los piratas del sur de Japón. Li-Long fue enviado por el emperador para asesinar al líder de los piratas y traer la Soul Edge con él. No obstante, a Li-Long no le importaba la Soul Edge, en vez de eso, no sólo decidió asesinar al líder de los piratas, sino que además mataría a los señores feudales de Daimyo. Esto no era parte de la misión, pero no existía ninguna duda en la mente de Li-Long, que confiaba plenamente es sus posibilidades.
Sin embargo, Li-Long no era tan fuerte como él pensaba, y un ataque al cabeza de una poderosa familia salió mal. Li-Long fue herido gravemente, pero para su suerte fue rescatado por una muchacha llamada Chie. Chie era la hija de un posadero llamado Yahei. Chie estaba traumatizada por la muerte de su madre cuando era una niña, y perdió la habilidad para hablar. Se dedicó al cuidado de Li-Long. Ambo se enamoraron, y Li-Long permaneció con Chie hasta recuperarse para viajar de nuevo.
Un día, mientras Li-Long estaba fuera, estalló una pelea en la posada. Se pensaba que Chie fue asesinada. Un herido Yahei le contó a Li-Long que un espadachín errante empezó la pelea y se fue. Testigos pensaba que podía haber sido Heishiro Mitsurugi. No obstante, Mitsurugi no era el único espadachín errante en aquellas tierras.
Li-Long salió y se preparó para la venganza. Supo que Mitsurugi estaba buscando las espadas “Soul Edge”. Pensó que si encontraba las espadas primero, Mitsurugi entraría en combate con él. Si resultaba que Mitsurugi no era el responsable de la muerte de Chie, buscaría hasta el último espadachín para saciar su venganza.
Se suponía que iba a ser un día normal y corriente para el “cazador de guerreros” Li Long. Pero el destino que le esperaba en un puerto español fue desbastador. Después de deshacerse del halcón negro que lo atacó repentinamente, un hombre que parecía un capitán pirata se plantó delante de él con una espada en cada mano, emitiendo un aura maligna. Li Long luchó con todo su corazón y fuerza… y perdió.
Desesperadamente, Li Long escapó, quedando al borde de la muerte. Pensó que el hombre lo cazaría y le daría un golpe de gracia, pero por una razón desconocida lo dejó escapar. Antes de perder el conocimiento, miró hacia atrás y fue testigo, con su único ojo, de como una columna de luz ascendía hasta los cielos…
Cuando fue recuperando el conocimiento, se dio cuenta de que su cuerpo estaba gravemente malherido. Sus heridas eran profundas y tomarían tiempo en curarse. Pero el daño psicológico fue mayor que el físico. Un sentimiento de inutilidad lo cubrió. Sus manos temblaban de un miedo desconocido. Su imperturbable confianza fue de repente agitada.
¿Fueron sus hechos en el pasado honestos? ¿Cometió, sin ser consciente, terribles atrocidades contra aquellos guerreros que había “cazado”?¿Y tal vez incluso hacia Chie?
Tras recapacitar, la moral de Li Long estaba por los suelos. Todo en este mundo parecía condenarlo y arrastrarlo a las profundidades del infierno. Los sentimientos de culpabilidad (ya fueran verdad o imaginados), nublaban su mente. Hubo un momento en el que no era capaz de sostener su arma. Hasta ahora, se había esforzado por frustrar cualquier peligro que se había puesto en su camino…
Los supuestamente llamados “shinobi” de Japón, los cazadores de su tierra natal que fueron enviados para asesinarlo. Luego, repentinamente, todo supuso una infranqueable amenaza, acechándolo como una sombra. Li Long se preocupó cada vez más, escapando como un guerrero caído en desgracia. Ahora viaja bajo un apodo, constantemente cambiando su disfraz y nunca caminando durante las horas de sol. Supuestamente tenía que haber vengado a Chie, pero el predador se había convertido en la presa.
Por cuanto tiempo la situación seguiría así, no estaba seguro. Había perdido la noción del tiempo. Se topó con un pueblo, esperando encontrar anonimato dentro la bulliciosa población. Pero sus perseguidores no cedieron, y sus fuerzas pronto llegaron hasta la ciudad. Cuando esta resignado a la muerte, fue salvado inesperadamente por una chica. Normalmente se hubiera escapado sin pensarlo. Pero algo le hizo pensar, y no fue la amabilidad de la joven, sino los gestos apenas perceptibles que indicaban que la chica también había perdido algo. En condiciones normales, no se lo hubiera pensado dos veces antes de usar un nombre falso, pero por alguna razón, le dijo su verdadero nombre, algo que había hecho hasta la fecha.
Aceptó su oferta y se quedó, sabiendo que la paz sólo duraría un tiempo. Sus perseguidores eran despiadados e implacables. Además, cuidar de la chica a menudo le recordaría a Chie, agitando su conciencia culpable.
Pero, ¿por qué estaba encontrado tan difícil dejarla?
La chica cuidó fielmente de éste extraño, que la miraba a veces con ojos de profunda tristeza. Podía haber sido que la chica, que había vivido toda su vida débil y desamparada, simplemente no podía dar la espalda a Li Long, que parecía que lo había perdido todo.
Un día, cuando el cielo estaba cubierto de nubes, finalmente aparecieron. Los hombres dijeron algo a la chica en la entrada. La chica estaba tratando de decirle algo con su mirada, pero Li Long intencionadamente, la ignoró y se plantó frente a sus perseguidores con su arma en la mano. Luchó mientras trataba de controlar sus manos temblorosas. En el pasado, sería impropio de Li Long reaccionar lentamente, incluso si fuese por el margen más delgado.
A duras penas derrotó a sus oponentes. Pero la experiencia despertó algo dentro de él, recordó que le gustaba luchar por algo. Cuando su emoción se desvaneció, la chica permaneció quieta y en silencio, mirando fijamente la escena. No importaba. Estaba planeando irse de todas formas. No tenía nada más que decirle. Pero, lentamente la chica se aproximó hasta él, y le tocó la espalda, comunicándole que sus sentimientos eran más claros de lo que las palabras podían expresar.
Li Long dejó el pueblo aquél día. Ahora lo sabía. Conseguir su venganza no lo salvaría. Había algo que tenía que hacer, por aquellos que deseaban que viviese… estaba todavía allí. Había dejado la mitad de su ser con aquella temida espada. Ahora había llegado el momento de recuperarla. Pero no lo sabía todavía. La mujer que había amado estaba buscándolo, y la muestra de su amor estaba tomando aire dentro de ella.
¿Llegará el día en el que descubra la verdad? ¿Recuperara lo que había perdido y encontrará finalmente la paz que tanto anhelaba?
