En un juego japonés y de armas blancas no podía faltar el típico samurái. Mitsurugi comparte algunos rasgos de su personalidad con Ryu; su principal motivación es luchar contra oponentes que merezcan la pena y demostrar que es el más fuerte. No obstante, mientras que Ryu tiene el aura de héroe, Mitsurugi es más bien un luchador insaciable que pone todo su honor y fuerzas en el combate, mostrándose en ocasiones excesivamente confiado o arrogante. A lo largo de su historia ha intentado demostrar que el verdadera fortaleza reside en el guerrero y no en el arma que se está empuñando, incluso si esta era de fuego (tanegashima). Sin ser el protagonista de la serie, pero sí un personaje importante, Mitsurugi es un luchador relativamente fácil de utilizar, intuitivo y con muchos buenos ataques que lo convierte recomendable para todo tipo de jugadores. Presenta un buen alcance gracias a su katana, con ataques fuertes, rápidos y eficaces (a veces bastante baratos), que lo hacen uno de los mejores personajes de la plantilla de Soul Calibur, ocupando tradicionalmente un puesto alto en las "tier list" pese a la facilidad de su control. |
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| Valoración personaje usuarios: | |
| País de nacimiento: |  Bizen, Japón |
| Estatura y Peso: | 1,73m - 74Kg (SC V) |
| Estilo de Lucha: | Shin Tenpu-Kosai-Ryu |
| Arma: | Katana |
| Fecha de nacimiento: | 8 de Junio de 1562 |
| Familia: | Padres y hermano fallecidos por enfermedad |
| Aliados: | Señores Feudales japoneses |
| Enemigos / Rivales: | Setsuka, Taki, Nightmare, Algol |
| Seleccionable: | Soul Blade, Soul Calibur, Soul Calibur 2, Soul Calibur 2 HD, Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur 5, Soul Calibur: Lost Swords, Soul Calibur VI |
Mitsurugi era el hijo de un granjero en Bizen, Japón. Sin embargo, después de muchos años viendo su hogar destrozado por la guerra, decidió convertirse en samurái. Es cuando entonces decidió adoptar el nombre de “Mitsurugi”. Mitsurugi era una poderosa fuerza en el campo de batalla. Muchos decían que podía sesgar enemigos como campos de trigo. Recibió numerosas condecoraciones militares y alcanzó el grado de oficial. El único deseo de Mitsurugi, sin embargo, era encontrar un oponente digno.
Cuando dejó de Clan Urakami, Mitsurugi siguió luchando en cada guerra del país como mercenario. Fue por aquél entonces cuando supo de una nueva arma que estaba cambiando las tácticas de guerra: el arcabuz “tanegashima”. En un principio se descartó el arma al ser una novedad, pero pronto se dio cuenta de que el arma acabó con la caballería Takeda. Para un mercenario que vivía de su espada, esto era un grave problema. Así que decidió buscar un arma más poderosa que el arcabuz. Debía encontrar la rumoreada Soul Edge.
La llegada de las armas de, fuego fue golpe muy duro para un mercenario que se ganaba la vida con la espada. Mitsurugi no pudo encontrar una pista de la legendaria espada, "Soul Edge", capaz de vencer a las armas de fuego.
Frustrado, retó a un hombre armado con un rifle, en un duelo con la nobleza como testigo, pero sufrió una humillante derrota enfrente de su señor.
Este acontecimienfo forzó a Mitsurugi a emprender la tarea de perfeccionar el manejo de la espada hasta conseguir vencer al rifle.
Durante esta búsqueda oyó hablar de un caballero llamado Nightmare, el cual, aterrorizó Europa con su espada invencible.
“Prepárate para mi llegada, seas quién seas, ¡pronto te libraré de tu espada!”
Nacer en una familia de campesinos, no impidió que Mitsurugi se convirtiera en un famoso mercenario conocido como "El hombre ejército" y "Diablo”. Un día, Mitsurugi supo por Tanegashima, de la existencia de una gran espada llamada Soul Edge.
Mitsurugi cruzó el océano en su busca. Durante el viaje, le dijeron que su dueño, Nightmare, había desaparecido, pero Mitsurugi no quiso darse por vencido. Cuatro años después, Mitsurugi dio con el rastro de Soul Edge cuando visitaba un castillo cerca de la frontera de Ming. Un hombre le dio un trozo de Soul Edge. Mitsurugi dudó al principio, pero finalemente creyó a aquel hombre. Poco después, sucedió que un mensajero del emperador Ming llegó al castillo pidiendo la "Espada de los Héroes".
El señor mató al mensajero cuando éste se negó a marchar sin la espada.
“La batalla se aproxima”, pensó Mitsurugi. Y volvió a notar ese cosquilleo interno que sentía antes de cada gran batalla.
Mitsurugi estaba sediento... Sediento por hallar un rival más fuerte que él. Incluso aquellos a los que una vez había considerado sus peores enemigos, los fusiles de Tanegashima, habían dejado de preocuparle.
Incluso Soul Edge, el arma definitiva que se había dedicado a buscar, había perdido todo el sentido para él.
Fue entonces cuando fue inesperadamente atacado por los que buscaban fragmentos de la espada maligna. Por lo que pudo ver de los atuendos de sus atacantes, le recordaron a la mujer ninja que aparecía cada vez que se acercaba a Soul Edge. Mitsurugi dejó volar su pensamiento hasta Japón, preguntándose qué debía de estar sucediendo allí. Así que decidió regresar a su tierra natal.
Era el final de la era de las guerras entre Estados. A su regreso, Mitsurugi se alió con el clan Noujima Murakami, que se oponía al gobierno de Hideyoshi Toyotomi. La armada de Murakami optó por resistir y proteger su vida como hombres del mar. Mitsurugi decidió unirse a la lucha de los Murakami.
Rodeando a su imponente buque de guerra, la “fortaleza flotante", la armada de Murakami, inició su ataque nocturno. La batalla dio comienzo. Mitsurugi cayó sobre los buques enemigos como un huracán y blandió su espada cual bestia salvaje recién liberada de sus cadenas.
Pero no fue suficiente. Tras la batalla recibió una condecoración por sus servicios y una invitación a entrevistarse con el comandante del clan Murakami, pero su corazón seguía vacío. El canoso comandante se apercibió de la sed de guerra de Mitsurugi. "Me ha llegado el rumor de que, en un lejano país al oeste de aquí, ha aparecido un guerrero ataviado con una armadura azul“. Mitsurugi pareció sorprendido al oír estas palabras. ¿Un guerrero con armadura azul? ¡No podía ser más que el caballero que blandía Soul Edge!
Mitsurugi salió a toda prisa hacia el puerto.
“¡Llevadme al oeste, sin pérdida de tiempo!”
Mitsurugi entregó todo el dinero de su recompensa al marinero y fijó su mirada en el horizonte. Sólo deseaba una cosa: ¡un duelo sin piedad! Su corazón latía desbocado, con el impulso temerario que había sentido en su juventud.
Una vez Mitsurugi recorrió el mundo para aprender a derrotar al rifle. Cuando por fin perdió el temor que le inspiraba esa mortífera arma, continuó su viaje, siempre en busca de enemigos cada vez más fuertes a los que enfrentarse. Y a pesar de que cada vez se hacía más poderoso, ansiaba más y más. Acababa compulsivamente con un enemigo tras otro, y nunca se encendió una llama en su frío corazón. Mitsurugi era un hombre convertido en un ogro.
Las viejas historias sobre Soul Edge y El Caballero Azul empezaron a desvanecerse en los recuerdos de la gente. Hasta Mitsurugi perdió interés en la legendaria espada que, según los rumores, era el arma más poderosa de todas, ya que descubrió que no importaba lo poderosa que fuera un arma, era inútil en manos de quien no tuviese la fuerza necesaria para manejarla. Y un día, tras despachar a unos asesinos que buscaban información sobre Soul Edge Mitsurugi recordó el fragmento que poseía de ella. Convencido de que no le sería de utilidad decidió tirarlo, pero al hacerlo la esquirla de metal brilló con una fuerza descomunal y voló por el cielo hacia el oeste.
Mitsurugi siguió su estela anticipando un enfrentamiento con El Caballero Azul y Soul Edge. Los rumores que escuchó eran mucho peores de lo que jamás había imaginado. Las tierras que se extendían ante él vivían atemorizadas, mientras se reunían hordas de monstruos deformes y guerreros dementes. Pero Mitsurugi no tenía miedo. Todo lo contrario…
Una luz fulgurante emergió del metal de su espada y Mitsurugi vibró de gozo. Ningún adversario humano ha sido merecedor de sus habilidades, ¡pero en esta ocasión sería diferente!
En constante búsqueda de un adversario digno para poner a prueba sus habilidades, Heishiro Mitsurugi viajó a Ostrheinsburg, donde entró en una dimensión alternativa caótica y se enfrentó al Heroico Rey, Algol, en lo alto de una torre colosal. Los dos guerreros se enfrentaron cuando de repente Algol desapareció, junto con la torre y todo su entorno, y una convergencia dimensional condujo a Mitsurugi de vuelta a la realidad antes del duelo pudiese decidirse. Algún tiempo después, los rumores de un gran conflicto de vuelta en Japón alcanzaron el espadachín errante, una lucha de poder que determinaría quién gobernaría el país entero. Mitsurugi corrió de vuelta a su patria, pero ya era demasiado tarde. El campo de batalla de Sekigahara estaba desierto. La guerra había terminado.
Mientras que en la mayor parte de Japón podría disfrutar de la época posterior de la paz, miles de samuráis sin amo se vieron en desgracia y sin trabajo. Sin dinero para continuar sus viajes, Mitsurugi se resignó a una vida tranquila como agricultor. Entonces, un día, se encontró con un grupo de soldados, recién llegados de un período de servicio en el extranjero. Los hombres hablaron de una gran espada, tan poderosa que incluso sólo se atrevieron susurrar su nombre: Soul Calibur. Una mención de la espada del Heroico Rey es lo que hizo que la lujuria de Mitsurugi por la batalla volviera en un instante, más fuerte que nunca. "¡Algol! Voy a por ti..."
El samurái vendió la totalidad de su cosecha y aseguró transporte en el primer barco hacia el continente, buscando poner fin al duelo que había comenzado 17 años antes...
