![]() El personaje de Tekken dio el salto a Soul Calibur y lo hizo para quedarse. Con el tiempo se ha convertido en uno de los luchadores clásicos de la plantilla, manteniendo su papel de bandolero, tono cómico y personalidad respecto a Tekken. También conserva buena parte de sus movimientos (los más reconocibles, incluyendo sus posturas), siendo su ejecución similar, por lo que puede ser más amigable para jugadores venidos de Tekken. No obstante y como punto a favor, en Soul Calibur siempre ha sido mucho más eficaz: cuenta con un gran equilibrio entre alcance, velocidad y fuerza que lo hace en un personaje a tener en cuenta, aunque requiera una mayor curva de aprendizaje que otros personajes, menor en cualquier caso a la de Tekken en comparación con su efectividad. En Soul Calibur II posee varias burlas que hace referencias a movimientos de personajes de Tekken, como Julia, King, Heihachi, Paul y Lei Wulong. Al igual que como ocurriese con Astaroth, el Yoshimitsu de la quinta entrega es personaje "completamente nuevo" al visto en anteriores entregas (cambios innecesarios, pero bueno). |
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Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | ![]() |
Estatura y Peso: | 1,69m - 60Kg (SC V) |
Estilo de Lucha: | Ninjutsu estilo "Manji" |
Arma: | Katanas |
Fecha de nacimiento: | Desconocida |
Familia: | Clan: asesinado por Oda Nobunaga |
Aliados: | El nuevo clan Manji, Ukon, Sakon |
Enemigos / Rivales: | Voldo |
Seleccionable: | Soul Calibur, Soul Calibur 2, Soul Calibur 2 HD, Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur 5, Soul Calibur VI |
Yoshimitsu fue el único superviviente del Clan Ninja Manji, después del ataque del samurái lord Oda Nobunaga.
Yoshimitsu perdió su brazo derecha durante la batalla contra el Lord Oda, pero no le impidió cruzar el mar en busca del "Soul Edge", que se rumoreaba era la mejor arma de todos los tiempos. Yoshimitsu quería éste arma para vengarse de Nobunaga.
Durante sus viajes, encontró horribles atrocidades dejadas por un caballero con armadura azul. Pudo sentir el odio y la desesperación de las víctimas del caballero, reflejadas en su propia situación.
"La venganza será mía, pero si continúo por este camino, me comportaría igual que Nobunaga o el caballero azul..."
Incluso con este dilema incrustado en su alma, continuó la búsqueda de la espada de la venganza.
Hubo una vez un clan ninja que fue masacrado a manos de un señor vengativo. Yoshimitsu, el único superviviente del clan, juró vengar a los caídos. No se rindió ni siquiera cuando perdió el brazo derecho en una batalla. Yoshimitsu cruzó los mares siguiendo un rumor sobre un arma terrible.
Cuando por fin llegó a Europa se encontró con una serie de misteriosos asesinatos que habían esparcido el terror por toda Europa. Esto le recordó la masacre de su clan y Yoshimitsu cambió de planes. Yoshimitsu siguió al asesino en serie hasta el castillo Ostrheinsburg, pero allí no había seríales de vida. Tras dejar el castillo, sintió la presencia de una siniestra energía en su katana. Emprendió un viaje para suprimir la energía negativa de su espada.
Sin embargo, alguien se la robó. Yoshimitsu conocía el inminente peligro si la espada maldita caía en manos equivocadas y recorrió todo el continente en busca de su arma.
Durante su viaje se dedicó a ayudar a los débiles y desfavorecidos. Cuatro años después, Yoshimitsu ideó un plan para saquear tesoros y entregar el dinero a los pobres.
La tumba que Yoshimitsu saqueó era la de lllamado "Mercader de la Muerte". Yoshimitsu consiguió acceder al tesoro sin encontrarse con el famoso guardián de la tumba. Allí fue donde encontró su espada, junto a un fragmento de metal del cual emanaba la misma energía maligna que fluía por su katana.
Se marchó de allí con su espada y el fragmento metálico. De haber más objeto con esa misma energía diabólica, debía ser él quien las encontrara y las destruyera para siempre. Sin albergar una sola duda Yoshimitsu emprendió de nuevo la marcha.
Después de recuperar su espada, Yoshimitsu ideó un plan para destruir los fragmentos de Soul Edge y todos los objetos que habían quedado contaminados por su poder, al tiempo que luchaba para proteger a los débiles.
Volvió a Japón y reclutó a rufianes de todo el país para aplastar a los fuertes y defender a los débiles, y al mismo tiempo localizar y destruir los fragmentos de la espada maligna. Ese fue el nacimiento de la organización de bandidos honrados llamada Manjitou.
Yoshimitsu desarrolló un complejo plan para robar un fragmento de Soul Edge y otros tesoros de la mansión de un hombre acaudalado.
Desgraciadamente, el plan fue un fracaso.
La avanzadilla cuya misión era conseguir el fragmento fue aniquilada. A partir de ese momento, la cadena de mando se vino abajo y la operación fracasó de forma estrepitosa; muchos de los miembros de Manjitou murieron o fueron capturados.
Según relataron quienes fueron rescatados, y también de otras informaciones recopiladas, al parecer el capitán de la avanzadilla atacó por sorpresa a sus propios hombres y huyó con el fragmento.
Yoshimitsu no podía creer que ese hombre, en quien había depositado grandes esperanzas como segundo almando, le hubiese traicionado.
“Encontrad el fragmento. Cuando lo halléis, con seguridad lo hallaréis también a él... Retiraos.”
Con esta lacónica orden, los Manjitou pasaron de nuevo a la acción. Yoshimitsu, que percibía la presencia de la espada maligna tras estos hechos, partió en busca de la verdad.
Un clan de ladrones caballerosos, conocido como los Manjitou que recorrían el mundo en ayuda de los menos afortunados. Por el momento, su líder, Yoshimitsu, estaba encerrado en un valle entre altas montañas que despuntaban en Europa En su último intento de conseguir un fragmento de Soul Edge, había perdido a varios hombres buenos. Mientras tanto, el fragmento se había desvanecido, dando al traste con toda esperanza de éxito. Al mismo tiempo, uno de sus oficiales también había desparecido, y la siguiente búsqueda había llevado a Yoshimitsu por todo el continente hasta este valle.
Había encontrado a su oficial gravemente herido y le salvó la vida. Y luego vio a la muchacha, que irradiaba maldad, y la bandada de pájaros de las negras a su servicio. S i un monstruo así robase el fragmento, ¿a dónde se dirigiría? Soul Edge se aferró de nuevo a los pensamientos de Yoshimitsu. Había formado a los Manjitou para romper el ciclo de maldad de la espada maldita y proteger a la población de los desastres de la guerra. Parecía que tendría que destruir la amenaza en su origen.
Mientras se ocupaba de las heridas de su oficial, Yoshimitsu convocó al resto de los Manjitou y continuó su reconocimiento. A medida que la información cruzaba las tierras, Yoshimitsu la descifraba y empezaba a elaborar un plan audaz. Atacarían a las maléficas fuerzas que instigaban contra la humanidad, e irían tras Soul Edge.
Yoshimitsu emitió órdenes para cada uno de sus hombres. La mayor campaña de los Manjitou estaba a punto comenzar.
Plantada firmemente en la tierra antes que el guerrero había un katana; llamas púrpuras se ondularon y avivaron sobre ella. La espada tenía un nombre: Yoshimitsu. Era una hoja demoníaca, inmersa en el mal de Soul Edge y siempre sedienta de sangre. El último propietario de la espada, también se había sido llamado Yoshimitsu; al otorgar su propio nombre en la hoja, había sellado su poder maligno. Pero había sido asesinado momentos antes por su discípulo más querido, un joven guerrero muy versado en las artes de Manji Ninjitsu.
El discípulo hizo un voto: continuaría la misión que Yoshimitsu había comenzado. Extendió la mano y agarró la espada: las llamas lamían su mano, mientras gritaba (no sin vacilar ): "¡Yo soy Yoshimitsu el Segundo! ¡Cálmate!" Las llamas se apaciguaron. La espada lo había aceptado como el nuevo Yoshimitsu. Sólo a un hombre se le permitió llevar ese nombre, el título fue ganado por matar a su anterior propietario.
Y así fue como un nuevo guerrero, superando la tristeza y la duda, continuaría la lucha contra el mal. Yoshimitsu, líder del caballeresco Clan Manji, salvador de los débiles, enemigo de los fuertes; era un nombre que trajo esperanza a la gente.