Zasalamel se convirtió en uno de los ejes de la historia desde su aparición en Soul Calibur III, cobrando un protagonismo que se extendería hasta la cuarta entrega. Bajo una historia de inmortalidad y reencarnaciones, Zasalamel utiliza una guadaña para combatir en un estilo de lucha muy original, que incomprensiblemente Project Soul abandonó para la quinta entrega. Gracias al alcande de su arma, Zasalamel puede luchar a distancia con movimientos relativamente rápidos llegando incluso presionar al rival con algunos ataques que acercan al rival hasta él, provocando situaciones molestas o de sorpresa. Como viene siendo habitual, sus debilidades se encuentran en el combate cercano, pero afortunadamente muchos sus golpes de melé están encaminados a alejar al rival, por lo que el objetivo al controlar a Zasalamel es llevar mantener un distancia media entre él y el rival, donde el rango de sus ataques suponen una ventaja y le permiten controlar el ritmo de la pelea. No es un personaje complejo de utilizar y por su equilibrio es uno de los personajes más sólidos de la saga. |
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Valoración personaje usuarios: | |
País de nacimiento: | Desconocido |
Estatura y Peso: | 1,80m - 77Kg |
Estilo de Lucha: | Autodidacta |
Arma: | Guadaña |
Fecha de nacimiento: | 5 de Mayo |
Familia: | Fallecida hace tiempo |
Aliados: | Revenant |
Seleccionable: | Soul Calibur 3, Soul Calibur 4, Soul Calibur Broken Destiny, Soul Calibur VI |
Zasalamel nació en el seno de una tribu protectora de la espada sagrada, de la que fue desterrado por violar las normas por su arrogancia. Empezó a practicar el secreto arte de la reencarnación, consiguió el poder necesario para reencarnarse él mismo y se convirtió en un ser al que ajeno al paso del tiempo.
Pero la reencarnación suponía una dolorosa experiencia, que consumió finalmente su alegría de vivir. Pero no se gana nada al disponer de todo el tiempo del mundo; el precio de la vida eterna suponía la perdida de la paz de la muerte.
Persiguiendo la muerte, llegó a hacerse con Soul Edge. Pero ni siquiera la muerte provocada por la espada maligna podía romper el ciclo de la reencarnación.
Centró entonces sus esperanzas en la espada espiritual y, por ello, decidió regresar a su tierra natal... donde descubrió que su tribu había desparecido sin dejar rastro alguno de Soul Calibur.
Tras alcanzar su actual encarnación, Zasalamel averiguó el paradero de Soul Edge guiándose por las masacres de la Semilla Maligna y Nightmare, y supo también que la espada espiritual había aparecido por fin. Era la oportunidad perfecta para conseguir las dos espadas de una vez. Pero tanto la espada espiritual como la espada maligna carecían de su verdadera fuerza.
Para poder revivir la espada maligna, hizo volver a la vida al caballero azul y sembró el conflicto en la mente de Siegfried, el poseedor de ambas espadas. Zasalamel buscó a los supervivientes de las matanzas de Nightmare y los guió hacia Siegfried .Sin duda, su terrible odio y hostilidad debían bastar para quebrar la determinación de Siegfried.
Si el poder de la espada maligna aumentaba, también la espada espiritual recuperaría su fortaleza.
Quizá, cuando el conflicto entre estas dos energías rivales alcanzase su cénit, podría utilizar ese poder para conseguir la muerte definitiva.
Aquí está, pensó. ¡Este poder pondrá fin a mi vida maldita de una vez para siempre!
Zasalamel tenía esta certeza hallándose frente al flujo de poder de la espada oponente. Al fin podría escapar de ese ciclo eterno de reencarnaciones. Pero justo entonces, tuvo una visión asombrosa: estructuras en torre que parecían llegar hasta el mismo cielo, barcos de acero que flotaban entre los cielos. El nacimiento de un plan para abandonar la Tierra y dirigirse a la luna, y luego la consecución de esa meta. Y la creación de vida nueva, ¡en la misma provincia que los dioses!
Estaba visualizando el futuro, la suma de todo el potencial humano.
Para Zasalamel, fue una revelación. Por primera vez en mucho tiempo, bulló en él la voluntad de vivir. ¡Tenía que estar allí cuando esa visión se convirtiera en realidad! ¡Tenía que ver cómo sucedía!
Al retornar al mundo real, Zasalamel percibió que las auras de la espada de espíritu y la espada maldita se encontraban en un campo mortal. Perfecto, pensó. Su cercano encuentro con la naturaleza de las dos espadas significaba que seguramente la próxima vez podría doblegar a Soul Calibur y a Soul Edge.
Pero algo se interponía entre él y esa meta; un hombre de tremenda fortaleza y voluntad que había dormido profundamente en la espada de espíritu, y ahora estaba despierto. El Rey Héroe. Y pensar que esta figura legendaria existía en la realidad…
“Fascinante”, pensó Zasalamel. Un ser tan poderoso era un enemigo digno que se interponía en su ambición. Si su camino se extendía hasta los confines de la eternidad, entonces construiría su vida sobre los restos derrotados de este Rey Héroe.